Algún día, tus hijos, o los hijos de tus hijos preguntaran por la historia de la bicicleta.
Cuenta la leyenda que allá por el 2001, mas precisamente un viernes de mayo, un joven salió de su casa en su bicicleta bianchi verde con destino a la casa de un amigo (por motivos legales y para no quemar a los protagonistas vamos a usar nombres ocultos... a ver... uno de ellos se llamará "pocho gorrocho" y al otro "pul nievo") Una vez allí y luego de un rato, el día se convirtió en un aburrimiento total en la casa de pocho. Si querías internet tenias que pagar la exorbitante y estafadora suma de $1, que equivale en esos años a una coca de litro, osea que no había chance de cyber, aun no existía ni se había ideado la play 2 y la compu de pocho no era la notebook que posee actualmente, sino una intel modelo 92, que hoy en día no valdría mas que un chupetín...pero ojo...un chupetín pico dulce. Dado este panorama, el pul y el pocho se castigaron con una coca de litro cada uno con tortillas, echados en la vereda. El aburrimiento mataba, y a pocho se le ocurrió ir a la casa de pul, como quien pasa el tiempo, dicha casa quedaba en el otro extremo de tucuman. No se podia ir a pie y ni en pedo pagaban $1 de bondi por lo que lo unico que quedaba era ir los 2 en la bici del pul...en la bastante cagada bici del pul. Eran las 12 del mediodia, y partieron nomas, el pul manubriaba y el pocho iba en el caño, pero el pul no tuvo mejor idea que ir por el centro, sin pensar en el agobiante trafico que se presenta a esa hora, y se mandó por maipu, una calle bastante complicada. Todo estaba saliendo perfecto hasta llegar a calle san martin, donde aun no habia semaforo, y el señor que dirigia el transito decidio pararlo justo antes que crucen el pul y el pocho por lo que habia que frenar de inmediato. Fue en ese instante que el pul se dio cuenta de que no llegaba a tocar el suelo desde el asiento y en una actitud de defensa personal, saltó de la bicicleta callendo perfectamente de pie. Lo curioso del asunto es que pocho nunca se dio cuenta de que pul habia saltado y siguió sentadito en el caño de la bici hasta que se frenó; la bici mantuvo el equilibrio unos instantes y luego pocho se fue callendo muy lentamente hacia atras, sin entender aun que pasaba, hasta reventarse contra la senda peatonal de la san martin y maipú. Desde el suelo, recien se dió cuenta de que el pul estaba parado en la vereda, recagandose de risa. Ahhh, pero eso si, pocho solucionó todo como un campeón, se levantó del suelo, levantó la bici, y se confundió entre los peatones que cruzaban la calle, como si nada hubiese sucedido, un GENIO de la actuación. Luego de darle una buena puteadita al pul, ambos se treparon a la bici, y siguieron su camino.
Pero la historia trajo cola, no hubo conocido del pocho que no se haya enterado de esta historia, hasta los profesores del colegio hicieron referencia a la caida. Algunos dicen que la anecdota no es tan grosa, sino que es el pul que la cuenta tan bien, lo que hace reir tanto. Yo digo que nunca me olvidaré de esa caida, y me seguiré cagando de risa del pochi toda la vida...pocho mejor dicho!!
Muy pronto...la anecdota del alacrán, o la de la tv del colectivo, o la de fantasia mejor amigo o la del basurero de la normal o la del aire acondicionado, etc, etc, etc.
4 de noviembre de 2009
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